1 – Trabajamos en el mantenimiento de las habilidades cognitivas preservadas. 
2 – Fortalecer la autonomía funcional.

Estos dos puntos iniciales son extremadamente importantes. Preparamos una actividad basada tanto en las habilidades como en el interés de la persona y lo resumimos así:

¡Si la disfruta, nosotros la disfrutamos con ellos!”

Lo ideal es que las actividades puedan ser interesantes tanto para el profesional /cuidador como para el paciente o familiar. Esto hará que estos momentos de estimulación tengan más sentido. Claro que el paciente es la prioridad, pero si logramos reunir los gustos de ambos, entonces ya tendremos el primer paso para una buena actividad y momentos juntos.

Así lo hacemos:

– Mantenemos un contacto visual constante, una vez seleccionado el tema de interés, y de acuerdo con las habilidades preservadas, al empezar la actividad no podemos descuidar del contacto visual para garantizar que nos estamos haciendo comprender. La mirada nos sirve de termómetro para detectar cualquier fallo en esta comprensión y poder corregirlo.

– Descripción directa, sencilla y clara de la actividad, cuando vayamos a explicar cómo funciona la actividad, debemos hablar de manera clara, con simplicidad, usando palabras del conocimiento de la persona con deterioro.

– Explicamos y describimos el material con el que vamos a trabajar, cuando trabajamos con una persona con deterioro cognitivo, todo debe ser muy bien explicado, pero de una manera muy sencilla. Siempre debes dejar clara la actividad que vas a hacer, por ejemplo:
Marcelo, hoy vamos a usar estas tarjetas de dominó de colores que he traído, puedes tocarlas. Incentivar el contacto sensorial y directo con los materiales es otra estimulación valiosa.

– Reforzamos, felicitamos y valoramos los éxitos. Incluso si hay un error durante la realización de la actividad, la repetimos ofreciendo ayuda de forma amable para finalizarla con éxito.

– No todos los días serán iguales, hay que ver cada día como único, un día la actividad puede funcionar de maravilla y otro día vas a hacer lo mismo y no hay resultado. Recuerda que la buena estimulación de una persona con deterior cognitivo es respetar sus tiempos. Paciencia y observación para comprender cuando es una buena hora para empezar o terminar una actividad. Puede que un día solo rinda 20 minutos de actividad mientras que otro llegue a 1 hora. No hay reglas para esto, lo más importante es seguir intentando preservar las capacidades de la persona por el máximo de tiempo que podamos, aunque sea poco a poco.

Cuando la alteración es debido a una enfermedad degenerativa nuestro objetivo se centrará en mantener las capacidades conservadas
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