Establecer una rutina de actividad física diaria en el domicilio en personas con demencia, mejorará la calidad de vida, la autoestima, la salud y el bienestar general, de la persona con demencia y su cuidador.
A continuación, vamos a describir un plan de actividad física detallando diferentes ejercicios físicos muy sencillos, para hacer diariamente de forma rutinaria en nuestros domicilios, con nuestro familiar con demencia leve-moderada, no sin antes establecer una serie de recomendaciones previas necesarias:

Las recomendaciones para establecer una rutina de ejercicios serán:

• Establecer siempre el mismo lugar de la casa para realizar los ejercicios.
• Escogeremos un lugar tranquilo, sin ruidos ni distracciones (tv/radio) y bien iluminado, con una temperatura adecuada y ventilación.
• Despejar el lugar de obstáculos y muebles innecesarios.
• Escoger siempre la misma franja horaria para establecer una rutina a ser posible. Puede ocurrir en el momento de hacer ejercicio la persona se encuentre alterado o agitado, en ese caso, deberemos de manejar esa alteración de conducta y posponer el momento de ejercicio.
• Tener a mano todo el material “casero” que vamos a necesitar para llevar a cabo nuestros ejercicios (silla, pelota, pica, pesas…).
Vestimenta y calzado cómodo. Ropa holgada y cómoda que facilite el movimiento. No estar muy abrigado, pues con el ejercicio aumentaremos nuestra temperatura corporal. El calzado debe proporcionar buen sostén y la suela debe ser antideslizante y amortiguadora (no usar zapatillas de estar en casa).
Hidratación antes, durante y después del plan de actividad física.
Adaptación y progresión. Deberemos ser parcialmente flexibles a la hora de plantear nuestro ratito de ejercicios. Podemos ir adaptando y aumentando progresivamente el número de ejercicios a realizar cada día, el número de repeticiones y series, el peso utilizado… en función de la adherencia y tolerancia de la persona. Además, debemos de adaptarnos a la condición física de base de la persona y a la que tenga ese día en cuestión.
• Será necesaria la guía de una tercera persona (familiar cuidador) para la realización de los ejercicios, para que la persona con demencia imite los movimientos, de tal forma que poco a poco va a adquirir una dinámica de los ejercicios y un saber hacer.
• Hacerles una demostración breve y precisa del ejercicio
• Las indicaciones de los ejercicios serán altas, claras y concisas.
Contar el número de repeticiones ayudará a la realización de los ejercicios.
Respetar la velocidad de pensamiento y de ejecución de la persona.
Evitaremos disrupciones; intentaremos dedicar toda nuestra atención durante ese tiempo a nuestro familiar, para no fomentar las disrupciones y no fomentar así el déficit de atención.
Acudir al WC antes de empezar con el plan físico.
• Podemos poner música en el ambiente que podrá ayudar a la persona a la relajación y a crear un ambiente acorde a la actividad.
• Nos vamos a proponer un tiempo de actividad física reglada no menor a 30 minutos diarios (entre 30-60min)
• Cada ejercicio lo repetiremos 10 -12 veces. Incluso podemos hacer series de un mismo ejercicio como progresión a lo largo del tiempo. Una serie (10 repeticiones) + otra serie (10 repeticiones) …
• Deberemos interrumpir el ejercicio ante cualquier sensación de malestar, dificultad respiratoria, dolor intenso; hidrataremos y continuaremos en un breve espacio de tiempo al ser posible.
Prevalece la seguridad de la persona. Haremos los ejercicios desde una posición segura. Un ejercicio que no se pueda hacer en posición de pie (por inestabilidad, por falta de fuerza en miembros inferiores…) se puede adaptar a la posición de sentado.

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