En estos casos hay que ser conscientes de que la víctima es la persona que lo sufre. La confusión y el desconocimiento lo vive la propia persona que lo sufre, y por ello hay que ayudarla, igualmente sigue necesitando nuestro afecto y el apoyo en el transcurso de la enfermedad.

Ten en cuenta que no reconocer los rostros puede causar miedo y ansiedad

Imagínate despertar de pronto y no reconocer el rostro de ninguna de las personas que te rodean, ¿no sentirías miedo, ansiedad o incluso pánico?, pues, para las personas con esta enfermedad no tiene por qué ser diferente. Por eso: SONRISA EN EL ROSTRO Y SUAVIDAD EN LA VOZ, ACÉRCATE AMABLEMENTE CON TODO EL CARIÑO DEL MUNDO.
A medida que la enfermedad avanza, la persona afectada va retrocediendo en el tiempo, motivo por el que no reconocen a sus familiares, ellos no se ubican en la misma etapa vital. Por eso es tan importante que no intente razonar ni demostrarle la realidad, pues su creencia en ese momento es real y podía provocarle más angustia. Nuestra labor es hacerle saber que le queremos mucho, que la cuida y la cuidará, evitando así hacerle sentir mayor confusión.
Una buena idea también es un masaje en manos o piernas con crema, acariciarle, cantar alguna canción favorita o hacer algo que a la persona le gustaba hacer. Una regla de oro que puede servirnos de guía es formularnos esta pregunta, “¿cómo te gustaría ser tratada si esto te ocurriera a ti?.
Lo más importante es que confíe en ti, que no se pierda nunca el vínculo y la confianza.

Finalmente, solo decirte que este síntoma con el tiempo pasará, por lo que las estrategias elegidas solo tendrán que ser utilizadas durante un tiempo, lo que de algún modo puede dar mayor tranquilidad a la familia.
LLÁMANOS
WhatsApp chat