Alguna vez hemos escuchado que el sol es bueno para mantener los huesos fuertes y saludables. Todo tiene que ver con la vitamina del sol: la vitamina D.

El sol es la fuente de vitamina D por excelencia, cuando tenemos un nivel bajo de vitamina D en el cuerpo, no somos capaces de producir la hormona calcitriol, que es responsable por la absorción de calcio, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis.

Si no podemos tomar el sol a diario, aunque sean unos 15 minutos en los que tenemos una de estas partes expuesta: pecho, barriga o piernas, es posible ingerir alguna de la vitamina D necesaria a través de algunos alimentos. Los principales son: Aceite de hígado de bacalao, Sardinas, Salmon, Caballa, Atún, Leche cruda, Huevos, Setas.

Además de tomar el sol, y siempre bajo recomendación médica, la ingestión diaria de dos de estos alimentos podrá ayudarle a consumir la dosis diaria recomendada de vitamina D.

Es importante estar conscientes de que la vitamina D es una de las vitaminas más importantes para mantenernos de buena salud a largo plazo y envejecer sanos.

Al contrario de otros nutrientes, la vitamina D actúa más como hormona que cómo vitamina, lo que afecta directamente los genes responsables por controlar casi todos los procesos celulares en el cuerpo e influye también en nuestra salud mental. Por eso, son inmensos los beneficios de la vitamina D, sobre todo en la prevención de enfermedades comunes en la vejez:

  • Depresión: la vitamina D es un nutriente muy importante para nuestro bienestar psicológico. La fototerapia, que ayuda en el aumento de vitamina D en el cuerpo, se utiliza para el tratamiento de la depresión estacional, la esquizofrenia y otros trastornos mentales.
  • Presión arterial: según diversos estudios, personas que padezcan de hipertensión, estar expuesto a la luz ultravioleta no solo significó un incremento en los niveles de vitamina D en 180 %, pero también bajó la presión arterial a niveles normales.
  • Riesgo de cáncer: mantener niveles óptimos de vitamina D puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama, colorrectal, además de ayudar a prevenir enfermedades cardíacas, infartos y enfermedades arteriales.
  • Sistema inmunológico: niveles bajos de vitamina D nos pone más vulnerables a enfermedades infecciosas, como la gripe. La vitamina D ayuda a que las células de nuestro sistema inmunológico destruyan bacterias como las que causan, por ejemplo, la tuberculosis. Además, aumento la producción de insulina, que influye directamente en la capacidad de contracción de las células del corazón.
  • Huesos Fuertes: la vitamina D tiene un papel fundamental en la absorción del calcio, un nutriente fundamental para fortalecer los huesos. También puede ayudar a paliar los síntomas de osteoporosis.
Por supuesto, hay que evitar las horas de mayor insolación de 12 a 16 horas y mantenerse hidratado en todo momento.
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