El saber escuchar ayuda a afrontar las peores situaciones de los mayores, que en su mayoría involucran momentos de soledad, tristeza, desesperación e incluso confusión. Y no debemos confundir “escuchar” con “oír”, escuchar significa querer comprender a nuestros mayores, no son sólo palabras, son los sentimientos, el respeto, las emociones y el apoyo necesario para que se sientan motivados y apreciados por los demás.
Toda persona mayor tiene sus necesidades sociales, tener amigos, combatir la soledad y sentirse acompañado y arropado, siendo la empatía uno de los valores más apreciados entre este colectivo tan vulnerable.
La comunicación también es una necesidad, la calidad de vida de los mayores no se basa únicamente en su estado de salud física, sino que la salud mental también juega un papel principal en la forma en que se desenvuelven y cómo afrontan problemas, la escucha activa les ayuda a contar sus problemas, desahogarse y consolarse.
Todos necesitamos ser escuchados
Cuando se deja de escuchar a los ancianos, ya sea por los cuidadores o la familia, esto puede afectar negativamente a su bienestar y a la forma en que se relacionan con otras personas. La escucha activa tiene beneficios tanto para los familiares como para la persona mayor, ayuda a prevenir conflictos y reducir tensiones, además de crear un entorno de confianza y cercanía.
En EMPATÍA “DÉJAME CUIDARTE”, escuchamos desde el corazón, con tolerancia y con mucho amor, mantenemos un compromiso con el que nos habla, ya sean los familiares como los propios usuarios, dirigimos nuestra atención hacia el prójimo con todos los sentidos, percibiendo el lenguaje no verbal, el tono y los silencios y aprendiendo a entender sus necesidades.
