El Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) es una prestación de ayudas de los servicios sociales generales del sistema público de servicios sociales que proporciona un conjunto de atenciones orientadas a que puedan seguir viviendo en su hogar el mayor tiempo posible y tiene como objeto una serie de atenciones a las personas que tengan dificultades para valerse por sí mismas en las actividades de la vida diaria. El servicio cumplirá las siguientes finalidades: Facilitar el desarrollo de actividades básicas como el autocuidado, alimentarse, aseo, la movilización o control de esfínteres, a aquellas personas con limitaciones de autonomía personal, con objeto de evitar o, en su caso, retrasar la institucionalización, ofreciendo también la realización de tareas de apoyo puntual según el mayor o menor grado de dependencia, y en su caso, también el apoyo a las personas cuidadoras en su domicilio interviniendo en situaciones de conflicto familiar para algunos de los miembros de la unidad de convivencia.

El Servicio De Ayuda A Domicilio tiene naturaleza de prestación esencial para personas en situación de dependencia, sus objetivos prioritarios son la prevención y fomento de la autonomía, prevención de riesgos familiares y mantenimiento del núcleo convivencial saludable. Aprendizaje de hábitos y habilidades básicas para el mantenimiento de la salud. En caso necesario, apoyo doméstico y mantenimiento de las condiciones de habitabilidad en el hogar que no supongan riesgos para la salud de los usuarios.

La forma de poner en marcha este servicio, empieza con el estudio por parte del trabajador social y otros profesionales del usuario a asistir. Se identifican las necesidades personales y sociales y se sigue un proceso de actuación basado en un protocolo a seguir según la normativa vigente del SAD, estableciendo un plan individual de atención personalizado. A partir de aquí, empieza el trabajo de adquisición de hábitos saludables tan importantes como la alimentación, dependiendo del usuario y su nivel de dependencia que se establecerá de la forma más adecuada según la recomendación de los especialistas.

Asegurar la higiene del usuario, comprenderá el uso adecuado de productos según sus necesidades, para el cuerpo, el cabello, cremas hidratantes y medidas higiénicas diarias. Se llevará a cabo el lavado de la ropa, calzado y ordenación de los mismos, así como la facilitación de su uso mediante prendas cómodas y fáciles de quitar y poner. La limpieza en el hogar será el adecuado para que el usuario pueda mantener su calidad de vida dentro de unos niveles óptimos de habitabilidad donde permanezca la mayoría del tiempo, su cama, aseo, cocina, etc. durante este proceso también se tratará de adecuar el hogar con total discreción y el cuidado de espacios para evitar accidentes innecesarios, garantizando la seguridad en la movilización del usuario por su hogar. La labor de la ayuda a domicilio es también observar cambios en la evolución o involución del usuario, controlando su medicación según las indicaciones de los especialistas e informar de dichos cambios a familiares y coordinadores. Una parte importante en todos los seres humanos, es la integración social, nuestro trabajo es seguir desarrollando esas capacidades o habilidades físicas o mentales, facilitar el diálogo y la empatía asegurándonos de proporcionar un clima afectivo y adecuado para el estado del usuario. La resolución de gestiones administrativas, recetas de medicamentos o citas médicas, así como el mantenimiento del hogar con sus respectivas averías y soluciones para ello, también forma parte de nuestro trabajo.

En definitiva, desde el primer paso que comienza con el alta en el servicio, se requiere una serie de protocolos, de derechos y deberes del usuario y auxiliares y hasta el cese del mismo que deberán de cumplirse según el reglamento interno de la empresa inscrito en el registro de entidades prestadoras de servicios sociales.

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