La infantilización de las personas mayores está en comportamientos como estos:
- Hablarles con diminutivos.
- Utilizar un tono de voz “ñoño”.
- Tratarles con condescendencia, son personas adultas que saben lo que quieren.
- Las personas mayores quieren ser tratadas con respeto, como personas adultas, sin que haya diferencias por su edad o estado de salud.
¿Cuáles son las consecuencias de la infantilización?
Utilizar un habla y comportamiento infantilizados hacia las personas mayores tiene consecuencias para su bienestar emocional e independencia. Considerarles y tratarles como menos capaces implica hacerles más dependientes, puesto que estamos socavando su autonomía. Además, mina su autoestima y su identidad, al transmitirle una idea desvirtuada de ellos mismos.
TENLO EN CUENTA, NO LES INFANTILICES. SON PERSONAS, COMO TÚ Y COMO YO.
La sociedad debe apreciar el valor que tienen las personas mayores y reconocer su experiencia de vida, su biografía, sus conocimientos adquiridos y su capacidad de ayudar.
Promover un envejecimiento activo, que abarque la salud, la estimulación cognitiva y la participación social, es clave para fomentar la autoestima y el bienestar emocional de las personas mayores. Esto es algo que podemos hacer tanto en el entorno familiar, como contando con la ayuda de cuidadores y especialistas.
Tratar con cariño es permitir, incluso con dificultades, que la persona pueda ejercer su autonomía e independencia (cuando sea posible).
Ayudar y no hacerlo es preocuparse, respetar sus deseos y decisiones es amor.