Desde nuestro nacimiento, existen en nuestra vida, las actividades llamadas de la vida diaria (AVD), en un comienzo las realizan por nosotros porque dependemos de nuestros padres casi totalmente para llevarlas a cabo, por ejemplo, alimentación, higiene y cuidado personal en general.

En las personas con demencia, esto no es diferente pues deben seguir rutinas diarias de higiene, alimentación, sueño, actividades motoras y de entretenimiento, lo importante,  en el caso de ellos, es que sea significativo y no hacer por hacer… como resultado de su deterioro, cada día que pasa van perdiendo facultades cognitivas, motoras, etc. y es importante, que el enfermo realice actividades que le gustaba y que eran importantes para él, siempre teniendo en cuenta si es capaz de realizarlas sin problemas, para no provocar traumas, frustración y depresión.

Lo familiar y rutinario ayuda a equilibrar su vida y mejorar la calidad de esta, no basta con que el enfermo esté bien aseado y alimentado, para su tranquilidad, se requiere de un ambiente tranquilo y adecuado a sus capacidades y rendimientos… que se sienta útil y respetado.

En este aspecto, no solo cabe trabajar las necesidades terapéuticas de la persona. Antes bien, siempre es primordial respetar las preferencias y expectativas de cada adulto mayor, porque, así, se refuerza su dignidad y su autoestima. Así lo hacemos en EMPATÍA, donde aplicamos el modelo de atención centrado en la persona, esto es considerando sus gustos y decisiones autónomas.

Las actividades deben planificarse de acuerdo a gustos y capacidades del enfermo y adaptando el entorno para ellas (espacio físico, materiales, etc.) y comenzar con lo más sencillo. Las actividades son infinitas, pero algunas de ellas pueden ser:

Actividades dentro de casa que no deben dejar de hacer siempre que se pueda:
1. Cocinar, poner y quitar mesa, barrer, lavar.
2. Peinarse, elegir ropa, maquillarse o afeitarse, ponerse colonia.
3. Hacer la cama, ordenar ropa, decorar.
4. Labores: tejer, leer si es posible, rezar, pintar, escuchar música, bailar.
5. Cuidar plantas o una mascota.

Actividades fuera de casa siempre que se pueda e ir acompañados si es necesario:
1. Ir de compras o simplemente pasear a diario.
2. Ir a la peluquería o a misa, o cualquier actividad lúdica.
3. Cultivar huerta o cuidar jardín, jugar con una mascota.
4. Escuchar música, relajarse en el patio, bricolaje, hojear revistas, etc.
5. Importante: Acudir a reuniones con otros mayores, como las asociaciones, centros de día, etc.
Consideraciones a tener en cuenta:

La selección de actividades debe ser de acuerdo a capacidades e intereses, hay que adaptar el lugar de acuerdo a la actividad que se llevará a cabo.

La actividad elegida puede hacerse en varias etapas hasta comprobar que es capaz de realizarla sin dificultades, no es obligatorio dar instrucciones verbales porque podemos hacer lenguaje gestual y aprovechamos la imitación para realizar las actividades.

Para prevenir la aparición de la demencia, frenar su avance o incluso reducir su impacto en la vida de las personas mayores es recomendable incorporar una rutina de ejercicios o actividades que velen por ello.
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