Contratar a cuidadoras a domicilio para ayudar a tu familiar puede ser un inmenso alivio a largo plazo; pero al principio, puede resultarte ligeramente estresante y difícil. Nosotros os ayudaremos en este proceso de la manera más fácil y rápida posible para aliviar este proceso. Sabemos que es difícil dejar a tus mayores en manos de otra persona, por eso nuestros cuidadores ayudarán también a los familiares a estar más tranquilos y saber que sus seres queridos están bien atendidos. Nuestro personal forma parte de un gran equipo de confianza y no elegidos de una base de datos y será seleccionado para su hogar dependiendo de las necesidades que nos demandéis.

Nuestros servicios de ayuda en el hogar están pensados para responder a las necesidades de cualquier mayor tenga la patología que tenga sin tener que privarle de su hogar ni de la cercanía con su familia. Ofrecemos a tus ancianos cuidados personalizados y exclusivos 24 horas los 7 días de la semana.

Contamos con profesionales cuya pasión es la atención personal y el cuidado de los demás. Son profesionales con un alto grado de empatía y comprensión de las necesidades de las personas que requieren sus cuidados.

Las cuidadoras de personas mayores desempeñan un papel fundamental a la hora de retrasar y posiblemente evitar la institucionalización de los pacientes mayores con enfermedades crónicas.
Antes de la presentación de la familia, es muy importante la selección de la cuidadora. En el caso de  EMPATÍA “DÉJAME CUIDARTE”, la coordinadora os visitará y realizará una serie de preguntas con las tareas que se necesitan desempeñar en la casa y los cuidados necesarios en el día a día, esto ayudará a conocer sus hábitos y costumbres para luego elegir a la cuidadora perfecta y adecuada. Antes del inicio del servicio se elaborará un plan de cuidado, primordial para garantizar la seguridad, la salud y el bienestar del mayor.

Al principio de empezar el servicio, hay un período de adaptación de las cuidadoras en el domicilio, tienen que habituarse a los hábitos y rutinas de cada persona mayor, ya que cada uno tiene una forma de hacer las cosas. Las auxiliares se comprometen en cada casa a realizar el servicio respetando sus gustos y costumbres. Por nuestra experiencia, conforme pasan los días, el vínculo entre el cuidador y el usuario va mejorando y generando confianza al sentirse acompañados y ayudados en las actividades básicas de la vida diaria.

Nuestros cuidadores saben que las personas a las que cuidan tienen vidas plenas, personalidades ricas y un gran valor intrínseco. Son merecedoras de alegría, salud, amor y empatía, y parte del papel del cuidador es hacer posible esas cosas hermosas. Ninguna discapacidad o limitación de edad puede definir quién es una persona.

Cuando empezamos un nuevo servicio no conocemos todos los aspectos de la personalidad de la persona mayor. Puede que su padre o madre mayor haya conseguido cosas maravillosas a lo largo de su vida, haya sido un gran cocinero, haya creado empresas o haya tenido aficiones interesantes o premiadas. Es muy importante para nosotros que los familiares compartan esos detalles con la coordinadora y su cuidador a domicilio.

Hacernos una imagen completa y colorida del familiar es muy valiosa para un cuidador que está trabajando en el desarrollo de un vínculo afectivo con un paciente y en la calidad de vida del mismo. Con esos detalles y datos en mente, el cuidador podrá relacionarse mejor con su ser querido. Tendrá más temas de conversación para explorar y, quién sabe, tal vez descubra toda una serie de intereses compartidos de los que puedan hablar.

Necesitamos que la sociedad comience a reconocer la labor de las cuidadoras. Con un buen cuidador o cuidadora a domicilio no es necesario, para los ancianos y dependientes, salir de sus casas si se realizan los cuidados adecuados.
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