Estas son algunas pautas o consejos para interactuar con las personas con deterioro cognitivo, que nos pueden facilitar la comunicación con la persona, así como ayudar a disminuir o prevenir la aparición de la agitación conductual propia de la enfermedad.

1. No discuta o trate de razonar.

Recuerde que la enfermedad afecta a la memoria y a la capacidad mental de pensar con lógica. Los enfermos pueden no entender por qué no es seguro que conduzcan el coche. El creer que lo entenderán si alguien se lo explica suficientes veces, es un error de juicio. Las discusiones pueden también hacer que la persona se vuelva más susceptible y adopte una actitud defensiva.

2. Háblale con afecto y cariño.

La actitud de la familia ha de ser de continuo estímulo y ánimo para que siga utilizando las facultades que todavía le quedan, pero no exija más de lo que puede ni le exponga a fracasos. Puede deprimirse al ser consciente de sus dificultades.

3. Ponte a su altura y mírale a los ojos.

Debemos situarnos frente a la persona, de cara a ella y relativamente cerca, de tal modo que nuestra persona capte su atención y tenga mayor facilidad para observar nuestro lenguaje gestual y escuchar nuestra voz.

4. Tenla siempre en cuenta como persona adulta y digna.

Una persona con demencia sigue siendo adulta, el trato hacia ella debe respetar siempre su dignidad y debe tratársele como adulto y no infantilizarle.

5. Sé paciente y dale tiempo para responder.

Si tiene dificultad para encontrar la palabra precisa, es mejor ayudarle a encontrarla. Le resultará menos frustrante que dejarle luchar para encontrarla él mismo.

6. Háblale con tono suave y sereno.

El tono de voz lo podemos regular en función de cómo veamos que nos entiende mejor la persona.

7. Explícale las cosas de manera fácil y sencilla.

La capacidad atencional de las personas con deterioro cognitivo es escasa, por lo que intenta que tu mensaje sea claro, corto y sencillo. Utiliza la menor cantidad de palabras posible y lo más sencillas posible (lo que no quiere decir que tengas que utilizar un lenguaje infantil, simplemente evita palabras complejas).

8. Háblale de aquello que está presente.

Al hablar con la persona con demencia, haz referencia siempre a aspectos del momento presente y, a poder ser, que pueda ver en ese momento. Es conveniente evitar hablar de sucesos que tendrán lugar en el futuro («mañana iremos al médico») y hacer referencia al momento presente («tenemos cita con el médico, nos vamos a preparar»).

9. Transmítele seguridad y comprensión.

Lo más importante, comprende que la persona con deterioro cognitivo tiene sus capacidades mermadas, lo que impide que se pueda comportar como cualquier otra persona sin esta afectación. Utiliza tu empatía, trata de comprender su situación y ponerte en su lugar. Trátala con cariño, te lo agradecerá.

10. Reforzarle positivamente.

En todo caso hay que estimular lo que haga bien y no reaccionar con irritación cuando haga algo mal, no regañarle ni discutir.

Nunca hay que olvidar que una persona, por muy enferma que se encuentre, continúa necesitando y disfrutando de las muestras de afecto que le pueden ofrecer las personas cercanas.
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