Sin embargo, existen algunos síntomas que pueden ayudar a identificar esta situación rápidamente como:
1. Dolor de cabeza intenso que surge repentinamente.
2. Disminución de la fuerza de uno de los lados del cuerpo, siendo visible en el brazo o en la pierna.
3. Rostro asimétrico donde puede observarse que la boca está torcida y la ceja caída.
4. Dificultad para hablar, hablando lentamente o con un tono de voz muy bajo y muchas veces imperceptible.
5. Pérdida de la sensibilidad de una parte del cuerpo, no identificando el frío o el calor, por ejemplo.
6. Dificultad en permanecer de pie o de mantenerse sentado ya que el cuerpo se cae hacia uno de los lados, por lo que la persona no consigue caminar con normalidad o arrastra una de las piernas.
7. Alteraciones de la visión como pérdida parcial de la visión o visión borrosa.
8. Dificultad para levantar el brazo o agarrar un objeto, debido a que el brazo se queda caído.
9. Movimientos fuera de lo común o descontrolados como temblores.
10. Somnolencia o inclusive pérdida de conciencia.
11. Pérdida de memoria y confusión mental por lo que pueden presentar un comportamiento agresivo o no ser capaces de ejecutar ordenes simples como abrir los ojos. También es posible que puedan estar desubicados en tiempo y espacio por lo que no saben indicar qué día de la semana es, la fecha o su nombre, por ejemplo.
12. Náuseas y vómitos.